Es
aconsejable que después de ubicar tu heladera permanezca aproximadamente 12
horas sin conectarla. ¿Por qué?
Es el tiempo necesario para que el
circuito de refrigeración se normalice después de tanto movimiento.
Además
te recomendamos limpiarla por dentro y fuera utilizando agua y bicarbonato de
sodio para eliminar cualquier residuo que pueda tener por la mudanza.